miércoles, 17 de julio de 2013

Vacunas en la Enfermedad de Parkinson ¿Cuál es el estado actual de la investigación?

Acerca de la siguiente noticia aparecida en diferentes medios:

Primera vacuna contra el Parkinson
Hasta 2012 se consideraba que la enfermedad de Parkinson carecía de tratamiento. Sin embargo, el año pasado la empresa austriaca Affiris AG probó la vacuna PD01A, no para aliviar los síntomas como antes, sino a curar la enfermedad. El fármaco obliga al organismo a destruir la proteína tóxica alfa-sinucleína que se acumula en el cerebro y que causa la muerte del sistema nervioso.

Creemos conveniente señalar cual es el estado actual de la investigación:

La enfermedad de Parkinson es un desorden degenerativo del cerebro, caracterizado por temblor, rigidez, y lentitud del movimiento. Las actuales opciones del tratamiento, incluyen entre otros, L-dopa, agonistas dopaminérgicos, y en estadios avanzados, estimulación cerebral profunda; pero todos ellos, solo tienen un beneficio sintomático transitorio; sin ninguna alteración en el retraso de la evolución de la enfermedad.

Las “marcas” características de esta enfermedad son los cuerpos de Lewy (CL) y neuritas de Lewy, encontradas en varias áreas corticales y subcorticales del cerebro (sobre todo las neuronas dopaminérgicas y sus proyecciones), las cuales están asociadas con una progresiva pérdida de neuronas, especialmente en las áreas del control del movimiento, incluyendo la sustancia negra. Los CL se constituyen sobre todo de una proteína sináptica, la α-sinucleina (α-sin). No obstante, aún no están claro los mecanismos exactos de toxicidad de la α-sin, recientes resultados sugieren que los oligomeros de la α-sin juegan un rol critico en el proceso que conduce a la neurodegeneración; por lo que una reducción del depósito de α-sin podría modificar la evolución de la enfermedad. Las evidencias experimentales en animales apoyan esta presunción, como lo demuestran los trabajos de Masliah y colaboradores de la Universidad de California, quienes lograron reducir la cantidad de agregados de α-sin tanto en los cuerpos celulares como en las sinapsis de ratones vacunados con anticuerpos contra α-sin. Pero, lo más importante de este hallazgo fue que la reducción en la cantidad de oligomeros de α-sin correlacionó inversamente con la extensión de la neurodegeneración.

Actualmente, existe registrado en el Instituto Nacional de Salud de USA, un estudio de fase 1, denominado “Tolerabilidad y seguridad de la administración subcutánea de dos dosis de AFFITOPE® PD01 en enfermedad de Parkinson inicial”, pero a la fecha no ha iniciado la fase de reclutamiento de pacientes. Los pacientes serán alrededor de 30 (incluidos los controles), serán seguidos por una año y se esperaban los primeros resultados para Julio 2014; pero el retraso en su inicio podría retrasar los resultados para finales del 2015.


Nilton Custodio Capuñay
Presidente de la Sociedad Peruana de Neurología
Neurólogo del Instituto Peruano de Neurociencias

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